Más Dermatología, n.º 33

la opinión del experto Suplementos nutricionales y piel Más Dermatol. 2021;33:31-36 doi:10.5538/1887-5181.2021.33.31 32 Así, un compuesto nutracéutico se puede definir como un suplemento nutricional compuesto por una sustancia natural bioactiva concentrada, pre- sentado en una matriz no alimenticia (píldoras, cápsulas, polvo, etc.), que normalmente se encuen- tra en los alimentos y que, tomada en dosis supe- rior a la existente de forma natural, tiene un pre- sumible efecto favorable sobre la salud, mayor que el que podría tener el simple alimento. Cuando la intención es actuar sobre la piel y el cabello, se habla de nutricosméticos , basados en el concepto de que la clave para mejorar el aspecto y la belleza exterior se puede conseguir buscando la salud global, es decir, la «belleza desde el inte- rior». Sus efectos pueden ejercerse con diversos fines como fotoprotección, antioxidación, antiin- flamación, o modulación de la respuesta inmuni- taria, de las reacciones enzimáticas o de las seña- lizaciones celulares. El debate, la controversia sobre la idoneidad de los suplementos nutricionales para la piel y el ca- bello, ha surgido con opiniones a favor y en contra, emitiéndose juicios de parte de influenciadores de las redes sociales, de los ambientes económicos, de medios publicitarios, de los defensores de la calidad de vida, del autocuidado, etc. PERO… ¿QUÉ DICE LA CIENCIA AL RESPECTO? Desde el punto de vista científico, los suplementos nutricionales requieren cumplir una serie de con- diciones para ser considerados como tales: 1. Que se haya demostrado su biodisponibilidad, esto es, que la dosis administrada alcance su diana o, lo que es lo mismo, que se absorban y lleguen a los tejidos deseados en cantidades adecuadas. 2. Que las dosis de vitaminas y minerales de los suplementos respeten las CDR (cantidades dia- rias recomendadas), ya que no se trata de dosis farmacológicas, sino de dosis nutricionales. 3. Que existan estudios que avalen su eficacia, va- lorando y cuantificando los cambios en el ór- gano al que se destinan. La actividad biológica de los distintos principios activos de los suple- mentos nutricionales se ha estudiado en múlti- ples ámbitos como son la prevención cardiovas- cular con los fitoesteroles y omega-3, entre otros, o la salud ósea con los componentes de la soja, por poner algunos ejemplos. 4. Que la seguridad esté avalada por los estudios científicos. LOS SUPLEMENTOS NUTRICIONALES Y LA PIEL Es sabido que la dieta tiene un papel importante en el desarrollo de muchos trastornos dermatoló- gicos (fig. 1) y que los suplementos nutricionales son necesarios en ocasiones como complementos terapéuticos (por ejemplo, el cinc en la acroder- matitis enteropática, o los suplementos de aceite de pescado ricos en ácidos grasos poliinsaturados o PUFA [del inglés: poly-unsaturated fatty acids ] en la psoriasis) o como agentes adicionales en estra- tegias del campo de la estética. Estos últimos son los que admiten mayor controversia. Que los principios activos de los suplementos nutricionales llegan a la piel —esto es, su biodis- ponibilidad— se ha demostrado en muchos de ellos en diferentes trabajos. En cierto modo, todos los estudios que han comprobado la eficacia de un suplemento nutricional son congruentes con una biodisponibilidad adecuada. Un ejemplo de alta evidencia es el trabajo de Blume-Peytavi et al. 1 , quienes demostraron en un estudio aleatorio con- trolado con placebo y doble ciego que el licopeno y el betacaroteno administrados por vía oral llega- ban a la piel humana, conduciendo a un enrique- cimiento cutáneo en dichos elementos. A la hora de valorar la eficacia de un suplemento nutricional en el campo de la belleza, hay que juz- gar no solo los resultados globales en el aspecto de la piel y la prevención de enfermedades cutá- neas, sino también la acción específica de cada uno de sus componentes. En este último aspecto, cobran especial impor- tancia las vitaminas, imprescindibles en múltiples

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