Más Dermatología, n.º 42

Más Dermatol. 2023;42:3-4 doi:10.5538/1887-5181.2023.42.3 4 EDITORIAL Acciones y herramientas para mejorar la docencia universitaria en dermatología López Bran E aplicaciones compartidas3. En este sentido, las redes sociales son un método innovador y accesible para conectar con los estudiantes a través de vídeos breves o discusiones educativas6. Si consideramos, además, la naturaleza visual inherente a la dermatología, su capacidad para el acceso inmediato y el intercambio ilimitado de contenidos las convierte en herramientas con un elevado potencial académico7. Otros recursos audiovisuales basados en la simulación virtual o la inteligencia artificial permiten que los estudiantes aprendan de la experiencia directa, haciendo al mismo tiempo aportaciones al modelo que evalúa su comportamiento y respuesta a nuevas situaciones clínicas. Aunque esta tecnología es costosa y es probable que solo esté disponible para la formación en una gama limitada de escenarios, su aplicación permitiría una formación médica «real» en un entorno clínico seguro. No hay duda de que cualidades como la transversalidad, la inmediatez o el potencial audiovisual y de interacción de los nuevos avances podrá cambiar algunos de nuestros hábitos de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, la educación en dermatología siempre seguirá requiriendo del potencial y valor humano. La tecnología y los nuevos métodos serán el complemento ideal a la experiencia de profesores inspiradores y alumnos intrínsecamente motivados para la adquisición de conocimientos altamente especializados. Mención especial merece la llamada «docencia práctica», aspecto nuclear de la docencia de dermatología en medicina. Somos firmes partidarios de que esta se realice presencialmente con los pacientes. Sus principales carencias son: un elevado número de alumnos por grupo de prácticas y el poco tiempo del que el profesor dispone para atender a los pacientes. Entendemos, con el fin de mejorar la actividad docente práctica, necesarias acciones como instaurar durante el período lectivo agendas asistenciales «docentes» específicas en salas/consultas/quirófanos, con mayor tiempo disponible por paciente, y aumentar el número de colaboradores de docencia práctica para poder disminuir el número de alumnos por grupo, lo que, sin duda, redundará en una mejor formación práctica. Agradecimiento: al Dr. Álvaro Iglesias Puzas, por su inestimable ayuda en la elaboración de este editorial. BIBLIOGRAFÍA 1. Verheijden MJH, Martens H, Heeneman S. A dermatology E-learning programme is perceived as a valuable learning tool in postgraduate general practice training. Int J Med Educ. 2021;12:169-78. 2. Rana J, Burgin S. Teaching & learning tips 3: active learning strategies. Int J Dermatol. 2018;57(1):79-82. 3. Giunta A, Di Stefani A, Chimenti S. Mobile phones: a role in teaching dermatology? Dermatology. 2011;222(1):22-3. 4. Aluko A, Rana J, Burgin S. Teaching & learning tips 9: case-based teaching with patients. Int J Dermatol. 2018;57(7):858-61. 5. Finlay AY. Put the student in charge: take part in the biggest revolution ever in teaching and learning in dermatology. Acta Derm Venereol. 2013;93(1):23-6. 6. Martin A, Lang E, Ramsauer B, Gröning T, Bedin GL, Frank J. Continuing medical and student education in dermatology during the coronavirus pandemic - a major challenge. J Dtsch Dermatol Ges. 2020;18(8):835-40. 7. Kaliyadan F, Pulickal JK, Al Dhafiri M. Using learning management systems for virtual teaching clinics in dermatology. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 2022;88(4):559-61.

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