Más Dermatología, n.º 41

Más Dermatol. 2023;41:11-13 doi:10.5538/1887-5181.2023.41.11 12 MI PACIENTE ES… Fenómeno de Raynaud en los dedos de los pies Morales Franco B entonces, se emplea el término fenómeno de Raynaud para definir estos episodios vasoespásticos, que se manifiestan en alguna parte del cuerpo, generalmente, las manos y los pies en dos fases. La primera es una fase isquémica, por disminución u oclusión del flujo capilar, que se manifiesta como cianosis o palidez, respectivamente, secundaria a una vasoconstricción de las arteriolas digitales aferentes. En muchas ocasiones, la disminución del flujo es más leve al inicio del episodio, lo que provoca cianosis y, después, se hace más intensa y llega a la obstrucción vascular completa, produciendo palidez. Las zonas isquémicas habitualmente están bien delimitadas, y suelen aparecer inicialmente solo en uno o varios dedos. Los episodios de isquemia pueden ser indoloros, pero, en los casos más graves, pueden acompañarse de dolor intenso agudo, sobre todo, cuando se produce oclusión total del flujo sanguíneo. En estas situaciones, pueden desencadenarse ulceraciones o necrosis. La segunda fase es la reperfusión, cuando cede la vasoconstricción arteriolar. Cursa con eritema por la hiperemia reactiva. Puede acompañarse de parestesias y disestesias en los dedos1-3. Tiene una distribución universal y afecta al 3-5% de la población, aunque con variaciones geográficas, probablemente, debidas a las diferencias climáticas2,4. Aparece con mayor frecuencia en las mujeres, entre la segunda y la tercera décadas de la vida5 y, aunque su etiología resulta desconocida, se relaciona con factores de riesgo como el consumo de tabaco y de alcohol, pero son los cambios de temperatura —fundamentalmente, el frío— y las alteraciones emocionales los factores precipitantes4. Parece ser que hay factores genéticos implicados por la asociación familiar y mayor concordancia hallada entre gemelos homocigotos (38%) que en heterocigotos (18%)1. Se clasifica en primario (enfermedad de Raynaud) cuando se presenta aislado y no se asocia a una enfermedad de base, o secundario (síndrome de Raynaud) cuando es una manifestación más de otra enfermedad, generalmente, enfermedades reumáticas1,5. La mayor parte de los casos son primarios (80%)2. El riesgo de aparición de enfermedad autoinmunitaria asociada está entre el 6 y el 12%, y el diagnóstico se realiza, generalmente, en los dos años siguientes al inicio de los síntomas1. Para el diagnóstico, es suficiente una adecuada anamnesis y exploración física2. La capilaroscopia es una técnica de estudio que permite obtener imágenes directas in vivo de la microcirculación cutánea. Los principales instrumentos ópticos de bajo aumento son el estereomicroscopio, el dermatoscopio y el oftalmoscopio. Constituye un método accesible y no invasivo para analizar las anormalidades microvasculares, por lo que puede utilizarse en niños y adultos. En la actualidad, se ha demostrado su utilidad en múltiples dolencias, principalmente, en el fenómeno de Raynaud y otras enfermedades autoinmunitarias6. En función de la edad de aparición, la gravedad del cuadro, la presencia de autoanticuerpos y el patrón de la capilaroscopia, se puede orientar el diagnóstico diferencial entre el fenómeno de Raynaud primario o secundario (tabla 1). Si se sospecha que una arteria está obstruida, puede efectuarse una ecografía Doppler antes y después de la exposición al frío. También pueden realizarse análisis de sangre para detectar posibles enfermedades que puedan causar el síndrome de Raynaud (medición de la velocidad de sedimentación globular, de la proteína C-reactiva, de anticuerpos antinucleares y anti-ADN, del factor reumatoideo, de anticuerpos anticentrómero, de anticuerpos contra el péptido citrulinado anticorrosivo o de anticuerpos antiesclerodermia)2. El tratamiento del síndrome de Raynaud incluye el uso de ropa de abrigo, evitar el frío y dejar de fumar1,2,7. Si esto no es suficiente, se pueden usar tratamientos farmacológicos como los antagonistas del calcio o los análogos de las prostaglandinas4. Sin embargo, hay pacientes que precisan probar otras terapias más agresivas como la simpatectomía5 o la electroestimulación medular8.

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