Más Dermatología, n.º 40

Más Dermatol. 2022;40:17-20 doi:10.5538/1887-5181.2022.40.17 19 LA ENTREVISTA AL EXPERTO Aurora Guerra-Tapia: la alopecia de la mujer mero de receptores para ellos, gracias a la acción de la 5-alfa-reductasa de tipo II. Además, en la mujer, la 17-beta-deshidrogenasa y la delta-3-beta-hidroxiesteroide-deshidrogenasa se encuentran aumentadas, y la aromatasa, que transforma la dihidrotestosterona en estrona y la testosterona en estradiol, disminuida. A esta complejidad del tratamiento hormonal, se suma la posibilidad de embarazo presente o futuro. Además, como hemos dicho, es frecuente encontrar un cuadro de resistencia a la insulina, un síndrome metabólico, un ovario poliquístico e, incluso, patología cutánea asociada como el exceso de vello (hirsutismo), de grasa (seborrea), o el acné. Así que, en el tratamiento, siempre habrá antiandrógenos de una u otra forma. Y, a la vez, promotores tópicos u orales del crecimiento del pelo, como el minoxidil, que es un activador de la prostaglandina-sintetasa I, que prolonga el período de crecimiento del cabello; o, incluso, mesoterapia con factores de crecimiento obtenidos de las plaquetas del plasma sanguíneo. La ventaja global de estos algoritmos terapéuticos es que no solo mejorará el cabello, sino la situación hormonal y metabólica que estaba alterada. No se puede olvidar el microinjerto, aunque, en la mujer, el resultado depende de la forma clínica con que se manifiesta la alopecia. La mejor candidata a trasplante es la forma de distribución similar a la masculina (el patrón de Hamilton), con recesión de la línea de implantación frontal y alopecia en el vértex en distintos grados, pero con una buena zona dadora en el rodete hipocrático de la nuca. Sin embargo, las formas de Ludwig y de Olsen, más difusas, requieren una valoración mucho más estricta a la hora de pensar en la cirugía. En la alopecia en general, y en la androgénica femenina en particular, yo comparo el tratamiento con un abanico: para que dé aire, debe tener muchas varillas. Para que la alopecia mejore, cuantas más «varillas» —es decir, tratamientos—, mejor. ¿Le interesa también la alopecia masculina? Por supuesto. Lo que ocurre es que, en general, es más sencilla de diagnosticar y de tratar. O, al menos, de saber lo que hay que hacer. En el hombre, por ejemplo, una de las mejores soluciones es el microinjerto, aunque requiere de forma simultánea tratamiento médico. Eso algunos varones no lo tienen en cuenta. Y por eso, puede fracasar el trasplante. Además de atender pacientes, ¿ha publicado trabajos sobre la alopecia de la mujer? Sí, naturalmente. Yo creo que no solo hay que saber, sino que hay que enseñar lo que se sabe, a la vez que aprender de otros. He escrito desde libros con orientación divulgativa, con preguntas y respuestas que habitualmente le surgen a la paciente, hasta manuales y selecciones de casos clínicos para especialistas. Por otra parte, en la Academia Española de Dermatología y Venereología, existe un grupo de trabajo integrado por expertos tricólogos del que formo parte —el Grupo Español de Tricología y Onicología—, que da frutos muy relevantes en investigación y formación. Para seguir aprendiendo, no dejo de estudiar, e invito a escribir en la revista que dirijo (www.masdermatologia.com) a los que aportan y divulgan sus conocimientos generosamente. ¿Ha llevado a cabo últimamente alguna investigación sobre la alopecia de la mujer? Señalaré dos relativamente recientes: una intentando juzgar el valor de los suplementos alimenticios y su efecto sobre la alopecia, de sumo interés, dada la frecuencia de su prescripción, a veces, excesiva e inmotivada. El conocimiento cierto de las ventajas de las distintas composiciones permite elegir la adecuada para cada indicación y momento. La otra investigación publicada es útil, sobre todo, para el diagnóstico y seguimiento del componente emocional que acompaña a la alopecia femenina, validando al español la escala de calidad de vida Hair Specific SkINDEX-29. De este último trabajo, ha surgido una página web de manejo común y sencillo (www.escalacalidadvidaalopecia.com), abierta en internet para todos los que tratan la alopecia femenina. De su uso, se obtienen datos que pueden con seguridad aportar luz a investigaciones futuras.

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