Más Dermatología, n.º 39

Más Dermatol. 2022;39:7-12 doi:10.5538/1887-5181.2022.39.7 11 ARTÍCULO DE REVISIÓN Micosis en el anciano Corral-Magaña O et al. autores la sitúan como primera línea de tratamiento en las onicomicosis y dermatofitosis15. Sin embargo, el itraconazol cuenta con un mayor número de interacciones medicamentosas. Está contraindicado en pacientes con historia de insuficiencia cardíaca congestiva y disfunción ventricular. Su asociación a cisaprida, pimozida, quinidina, dofetilida o levacetilmetadol está contraindicada debido al riesgo potencialmente mortal de prolongación del intervalo QT, que puede desarrollarse durante las primeras semanas de tratamiento16. El fluconazol presenta menos interacciones, aunque, como el resto de azoles, interacciona con otros fármacos como consecuencia del metabolismo a través del citocromo P-450 3A4 (CYP3A4) hepático. Algunos ejemplos que cabe recordar son la hipnosis con benzodiacepinas, la rabdomiólisis con hipolipemiantes, la potenciación de los efectos de la gliclazida y el incremento de las concentraciones plasmáticas de la warfarina. En cuanto a la eficacia, un reciente metanálisis en red muestra una ligera superioridad de la terbinafina en dosis de 250 mg/día durante 48 semanas, seguida del itraconazol en dosis de 200 mg/día durante 48 semanas, con una eficacia del 48,9 y del 29%, respectivamente, para una muestra aleatoria13. Por otro lado, una revisión de Cochrane de 2017 halló una eficacia muy similar para ambos fármacos, con una ligera superioridad para la terbinafina oral y con menores efectos secundarios17. En cuanto a las pautas empleadas, tanto las pautas pulsátiles como las continuas presentan las mismas tasas de curación micológica para la terbinafina, el itraconazol o el fluconazol, sin diferencias en los efectos adversos, siendo superiores las pautas de 24 semanas frente a las de 12 semanas18. Candidiasis En un 60-70% de los pacientes ancianos, Candida spp. se aislará como flora saprófita oral. En sus formas patológicas como la candidiasis pseudomembranosa (muguet), hiperplásica o eritematosa, hallaremos la presencia de pseudohifas e hifas, como resultado de un desequilibrio en la flora habitual. La inmunosupresión, el uso de prótesis dentales, la xerostomía o la mala oclusión dental serán factores favorecedores y agravantes, todos ellos más presentes en el paciente anciano19. Clásicamente, C. albicans ha sido la especie más frecuentemente aislada en los cultivos. Sin embargo, desde 2008, otras especies han llegado a representar más del 50% de las formas patológicas, como C. glabrata, C. parapsilosis, C. tropicalis, C. krusei, C. lusitaniae, C. dubliniensis o C. guilliermondii19-21. Las formas crónicas de queilitis angular son habituales en el paciente anciano. Su diagnóstico en ocasiones puede ser complejo, pues, al tratarse de flora saprófita, la positividad de Candida spp. en el cultivo puede ponerse en tela de juicio. En estos casos, los cultivos cuantitativos, la PCR o la biopsia pueden sernos de utilidad22. Por otro lado, los intertrigos son otro motivo usual de consulta en este grupo de pacientes, con una prevalencia aproximada del 10%20. Ante estos casos, deberemos plantear la infección por cándidas como origen del intertrigo o como una complicación de este. En cuanto al tratamiento, a pesar de no existir guías bien establecidas, se recomienda iniciarlo con pautas tópicas de dos aplicaciones diarias de 2 a 4 semanas o hasta la resolución. Aunque no existe una opción terapéutica superior a otra, se han publicado resistencias a diversos azoles tópicos, siendo el miconazol el que presenta mayores porcentajes de resistencia para diferentes especies. La nistatina tópica se considera la presentación con mejor perfil de seguridad23. En los casos extensos o resistentes, el tratamiento con fluconazol oral en dosis de 50 a 100 mg/día o el itraconazol en dosis de 200 mg/día de 2 a 6 semanas o hasta la resolución son pautas útiles. En situaciones recidivantes/ recurrentes, se han planteado pautas tópicas semanales u orales en bajas dosis21. CONCLUSIÓN Las infecciones micóticas son una causa frecuente de consulta en el paciente anciano. Las peculiaridades

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